La nube online: una solución «verde»

El tráfico global de Internet se ha multiplicado por 20 en los últimos 10 años. El uso de una nube online limita los viajes y la contaminación relacionada. Así, un día a la semana de teletrabajo puede reducir las emisiones anuales de CO2 de un empleado en 400 kg.

El almacenamiento de datos en la nube también ayuda a regular la compra de equipos nuevos y más eficientes. De hecho, los centros de datos que alojan los archivos siempre están a la vanguardia de la tecnología. Si el disco duro de tu computadora parece demasiado pequeño, la nube online te ahorra la molestia de tener que cambiarlo.

Los límites ambientales de la nube

Estos son centros de datos físicos que alojan datos almacenados de forma remota. La huella de carbono de este equipo es enorme durante su fabricación, uso y reciclaje al final de su vida útil. Además, por razones de seguridad, las infraestructuras a menudo se duplican para hacer copias de seguridad de sus archivos automáticamente. Por tanto, un centro de datos puede tener un consumo energético muy elevado.

Además, aunque las Nubes públicas tienen un archivado innecesario limitado, hacen que el almacenamiento parezca no tener límites. Ya no estamos restringidos por el tamaño de los discos duros locales. Como resultado, tendemos a acumular más información sin pensar, es parte de la «infobesidad».

Finalmente, el uso del alojamiento en Francia reduce el consumo vinculado a la circulación de flujos. Almacenar y clasificar con sensatez su buzón también son medidas que reducen su huella digital.